Campylobacter es una de las cuatro causas principales de enfermedades diarreicas en el mundo. También se considera la causa bacteriana más común de gastroenteritis humana. Se cree que la principal vía de transmisión es la alimentaria, y los síntomas clínicos más comunes de las infecciones por Campylobacter incluyen diarrea (frecuentemente con sangre), dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos.
Las infecciones por Campylobacter suelen ser leves, pero pueden ser mortales en niños muy pequeños, ancianos e inmunodeprimidos. Se estima que entre el 5 y el 20% de las personas que sufren infección por Campylobacter desarrollan el síndrome del intestino irritable durante un tiempo limitado, entre el 1 y el 5% desarrollan artritis y aproximadamente una de cada 1.000 enfermedades por Campylobacter notificadas da lugar al síndrome de Guillain-Barré (SGB), que puede requerir cuidados médicos intensivos. La alta incidencia de la diarrea por Campylobacter, así como su duración y posibles complicaciones, hace que sea muy importante desde el punto de vista socioeconómico.
El cultivo de heces es el método tradicional para la identificación de Campylobacter, pero es complejo, requiere mucha mano de obra, tiempo y la sensibilidad es limitada.
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